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Vivimos una era marcada por la transformación de los canales de comunicación. El internet y el aparecimiento de las redes sociales han generado nuevas dinámicas interrelacionales y de consumo de la información; y el advenimiento de nuevas generaciones marcadas por estas realidades comunicacionales.
La pandemia de la COVID-19, y con ella las restricciones de movilidad y distanciamiento social para evitar el contagio, trajo consigo un uso más elevado de las redes sociales y de plataformas de comunicación virtual, que han servido tanto para atenuar el distanciamiento, cuanto como mecanismo para continuar con las actividades habituales de educación y trabajo, sin salir de casa. Hemos sustituido gran parte de las actividades presenciales por las actividades virtuales.
El último proceso electoral del Ecuador, en febrero de 2021, marcado por las restricciones que impone la pandemia, evidenció la importancia del uso de redes sociales y plataformas virtuales en las campañas electorales para llegar al electorado, sobre todo, a las nuevas generaciones que crecieron familiarizadas con el internet y estas formas digitales de comunicación.
Sin embargo, toda red social es solo una herramienta cuyo valor depende de su uso y, lamentablemente, sobre todo en política y más aún en época electoral, estas redes también son usadas para crear desinformación e intentar desprestigiar con descalificaciones o información falsa al candidato/a opositor/a y al partido político al que pertenece. Y en el caso de que el blanco sean mujeres políticas, el ataque toma otra connotación vinculada a la violencia de género.
Esta práctica está amparada en el anonimato, en el acceso sin control y en la creación de “trolls” y “bots”, sobre todo, en Twitter que es la red social de opinión pública y que recibe cada minuto 319 nuevos usuarios.
Lo descrito se agrava con la inexistencia o la poca cultura digital que, alimentada por la experiencia de inmediatez del consumo de información, ha volcado a que mucha gente no contraste ni verifique el contenido que recibe, y solo lo comparta. Lo que ha llevado a que estas prácticas malintencionadas de desinformación tengan éxito y afecte la salud de la democracia.
Una democracia sana es aquella en donde se respetan las leyes. Donde prima la defensa de los derechos humanos y la libertad de expresión. Donde prevalecen las prácticas adecuadas de convivencia social. Esto incluye el uso responsable de internet y las redes sociales.
Nosotras y nosotros, usuarios de redes sociales y plataformas digitales, conscientes del importante papel que juega la información que se difunde por canales digitales y deseosos de contribuir para que en la democracia ecuatoriana impere la justicia, el respeto, la sana convivencia y la ética, suscribimos públicamente este documento en aras de respetar y hacer respetar los siguientes postulados:
- En época electoral, si apoyamos a un candidato o candidata o a un partido político en particular, no caer en campañas sucias hacia los otros candidatos u organizaciones políticas, en las que se ofenda la dignidad humana con la utilización de insultos, adjetivos o frases que promuevan la discriminación, violencia o la falta de tolerancia; incursiones en la vida privada.
- No utilizar las redes sociales para ejercer violencia contra las mujeres que han hecho o están incursionando en política. Es decir, ofendiéndolas o discriminándolas por su condición de mujeres; estereotipándolas y encasillándolas en los supuestos roles sociales que deben desempeñar; cosificándolas; haciendo burla o mofa de su apariencia física; o denigrándolas por su étnia, clase social, orientación sexual o identidad de género.
- No hacer uso de cuentas falsas, “trolls” y “bots”, para desinformar o guiar maliciosamente al electorado a conclusiones determinadas o para promover propaganda electoral a favor o en contra de candidatos/as y partidos políticos.
- Estar vigilantes ante la aparición de “fake news” o noticias falsas que intenten deslegitimar a un candidato o al proceso electoral. Ante la duda, buscar fuentes confiables de información antes de difundir contenido falso.
- Utilizar los canales digitales oficiales de la autoridad electoral y de los candidatos para conocer e informarse sobre los planes de gobierno y propuestas.
- Promover el buen uso de las redes sociales a través de propiciar debate de ideas sobre los planes de gobierno y propuestas de los candidatos en redes sociales, y no descalificaciones hacia los candidatos o personas que los apoyan.
- Identificar y denunciar trolls y cuentas que difundan contenido falso o ejerzan violencia política, a través de la opción de denuncia que tiene la red Twitter conforme sus reglas y políticas de uso.
- Evitar entrar en confrontación con trolls o cuentas que ataquen con violencia y descalificaciones nuestra posición política o apoyo hacia algún candidato. Las opciones “silenciar” y “bloquear” siempre están a nuestro alcance, además de la posibilidad de denunciar a la cuenta como se explica en el postulado anterior.
Durante la campaña electoral todos los ecuatorianos y ecuatorianas buscamos elegir a los próximos dirigentes del país. Cuidar nuestra democracia, a través del buen uso de las redes sociales, es un deber de todos.
FORMULARIO DE ADHESIÓN
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DENUNCIA LOS TROLLS, VIOLENCIA Y FAKE NEWS EN TWITTER
Ingresa el usuario de la cuenta y el link del tuit que incurre en contra de cualquiera de los postulados de nuestro Pacto Ético Digital, para que nosotros podamos proceder a denunciar el tuit conforme las reglas y políticas de Twitter.
Conoce el listado de las cuentas que han sido reportadas por infringir nuestro Pacto Ético Digital.